López-Soldado ha investigado durante los últimos 40 años en el mundo de la creación plástica a través del dibujo, la pintura, y la escultura.

Su obra se ha basado en una constante experimentación de entes en un orbe en conexión con lo orgánico y con el origen de la vida, en un permanente diálogo entre el espíritu y la materia, intuyendo la profundidad de los pensamientos en rincones de habitada ingravided estética, sus formas se muntiplican, ofreciendo un caudal de ritmos, acompasando los cromatismos al acierto de los procesos vitales, construyendo una cadena de símbolos captados a la experiencia y al momento en el que la observación deriva de una realidad insondable a la percepción.

Las composiciones funcionan entre ellas como una consecuencia encadenada, a partir de las cuales se nos presentan nuevos territorios compositivos. El autor se ubica en ese terreno intermedio donde el germen de los latidos propicia el entendimiento de un futuro exonerado de relaciones descritas como narraciones, para dejarlo todo en el ámbito de una evolución que conecta con los principios, como si todo atendiera a una lógica de movimiento circular, imaginada por este místico de la percepción científica.

Juan Antonio Tinte (tomado de cargocollective.com)